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¿Qué es el hombre? Actividad para 4° 4° JME

24.09.2012 23:19

Sigan el siguiente link y encontrarán la webquest para la actividad a realizar

https://webquest.carm.es/majwq/wq/ver/30927

EL ORIGEN HISTÓRICO DE LA FILOSOFÍA

15.05.2012 23:31

personales.ya.com/jlucas/webclases_archivos/segundob_archivos/apuntes/1-%20El%20origen%20de%20la%20filosofia.%20Paso%20del%20mito%20al%20logos.htm

ANTROPOLOGÍA (2º4º Col 5.003)

09.11.2011 13:50

Las visiones tradicionales acerca del hombre según Max Scheler en su libro "El puesto del hombre en el cosmos"

Concepción religiosa

Nada mejor que seguir al mismo Scheler para dar una sinopsis de esta concepción que opera en el hombre europeo.

Sus ideas al respecto las hallamos en La idea del hombre y la historia,de 1926.

La concepción judeo-cristiana no es, obviamente, un resultado de la filosofía o de la ciencia. En sus líneas fundamentales esta concepción se encuentra en el Génesis. Allí el hombre, en cuerpo y en alma, es una creación de un Dios personal, que lo ha conformado a su imagen y semejanza. De Adán y Eva, la pareja primitiva, descienden todos los hombres. Ambos vivían en un estado paradisíaco en el que todo les era dado o concedido. Así fue hasta que el hombre pecó violentando la voluntad divina. Ese pecado llevó a la caída, a la pérdida del paraíso, de la inmortalidad, y de la gracia divina.

Según la doctrina cristiana, Jesucristo, con su venida y su sacrificio, ha de conseguir para el hombre la redención. Jesús, Dios y hombre, restablecerá la relación filial con Dios. Además, según el relato del Génesis, la divinidad entregó a los hombres el dominio y la posesión de los animales y del resto de las criaturas, de toda la naturaleza, por lo cual la condición humana posee un sitio privilegiado en la totalidad de la creación.

Esta antropología revelada se prolongará y dominará de manera fundamental en la Edad Media, desde San Agustín hasta Santo Tomás,y, en los tiempos modernos, hasta Pascal (siglo XVII).

La razón humana, que había sido entendida como la característica esencial del hombre por el pensamiento griego, pasará a ser en San Agustín y en todo el pensamiento cristiano, un elemento merecedor de sospechas, porque puede conducir por el camino de la tentación y el subsecuente pecado. La máxima socrática del "conócete a ti mismo", entendida como examen racional de la propia condición va a ser criticada por esta antropología, como actitud de soberbia que no se subordina a Dios, y que pretende dar una autonomía imposible.

[]Concepción griega

La segunda concepción clásica sobre el hombre, puntualizada en la obra de Scheler que acabamos de mencionar, es la griega. Aquí el hombre es entendido como un ser dotado de razón. Un homo sapiens. La racionalidad diferencia al hombre del resto de los animales y lo encumbra por encima de toda la naturaleza.

El agente específico que separa al hombre de todo el resto de los entes, es la razón o logos. Y es mediante esta razón que el hombre puede enseñorearse con el conocimiento de todos los seres: la divinidad, la totalidad de los objetos del mundo, y a sí mismo. Puede obrar libremente y escoger y puede, también, operando sobre la naturaleza, transformarla por los artificios de la técnica.

El logos humano, para muchos filósofos griegos, es entendido como parte del logos divino. Por este motivo el hombre es un ser en el cual anida una chispa de la divinidad.

Estas nociones son las que más han predominado en Occidente. Y con algunas variaciones las hallamos en Sócrates, Platón, Aristóteles,Descartes, Kant, Hegel...

Cuando Sócrates estima que una existencia humana sin autoexamen no vale la pena de ser vivida, está señalando que al margen de la razón no hay, propiamente, vida humana.

Esta segunda antropología parece distante de la primera, pero no han faltado filósofos o teólogos, como Santo Tomás, que han tratado de aproximarlas. Uniendo o buscando unir a Aristóteles con la concepción cristiana.

[]Concepción naturalista

La tercera noción del hombre lo ha de caracterizar como homo faber. Esta idea proviene del naturalismo de sesgo positivista o pragmático y ha de recibir un impulso decisivo a partir de la teoría de la evolución de Charles Darwin.

Para esta concepción no hay una racionalidad como facultad separada, y específica del ser humano. No hay entre el hombre y los demás animales diferencias de esencia, sino de grado . Las mismas características del reino animal, son las del hombre, con mayor complejidad. El alma o el espíritu no son entidades autónomas y están vinculadas a la materia. Todo contacto con la realidad opera mediante los órganos de los sentidos. Dotado de instintos es un animal más, cuyo cerebro posibilita una inteligencia técnica. Así Scheler, para esta concepción, ha de decir que entre un mono y Edison, sólo hay variaciones cuantitativas. El hombre es poseedor de un idioma, o conjunto de señales y está posibilitado de manejar útiles e instrumentos por la complejidad de su sistema nervioso.

Bacon, Hume, Comte, Darwin, son algunos de los más egregios sostenedores de este pensamiento. También hallamos a Carlos Marx, con su materialismo dialéctico y su materialismo histórico.

 

HUMANIZACIÓN Y HUMANIZACIÓN

www.slideshare.net/deptofilo/hominizacion-y-humanizacion

filosofia.foroes.net/t5-92-hominizacion-y-humanizacion

Diferencias entre la Humanización y la Hominización.

Hominización

*Transformaciones que ha sufrido el ser humano a lo largo del tiempo

*La evolución humana desde una fisonomía parecida a los simios hasta el estado actual

La marcha bípeda (poder caminar con dos pies).
Las piernas y los pies sujetan todo el peso del cuerpo
Los brazos y las manos quedan libres porque no se necesitan para caminar.
La cara y los dientes a causa de la alimentación
El desarrollo del cerebro ha implicado las modificaciones que afectan a la forma y tamaño del cráneo y la cara.
La adquisición del lenguaje articulado
Humanización

*El proceso de humanización está constituido por el desarrollo de la cultura.

Pensamientos

"Pareciera ser entonces que la hominización hace posible la humanización pero que esta última no influye en la primera".
Se sabe que hace millones de años que la cultura viene desarrollándose sin que se hayan registrados importantes variaciones biológicas por esta razón ,otros investigadores dicen "que primero había tenido lugar la hominización y, a su vez constituida la especie humana, se habría desarrollado el procero cultural".
Otros afirman que la influencia es recíproca .
Algunos procesos de humanizacion no hubieran sido posibles sin dereteminados proceso biológicos.

 

EL HUMANISMO

ver el siguiente enlace: idd00qaa.eresmas.net/ortega/human/human.htm

 

LA POESÍA LÍRICA LATINA

04.10.2011 13:26

Les dejo una serie de sitios donde investigar para responder el cuestionario dado en clases y que deben entregar el jueves.

www.kalipedia.com/literatura-universal/tema/literatura-clasica/lirica-latina.html?x=20070418klplylliu_33.Kes

www.culturaclasica.com/literatura/literatura.htm

www.slideshare.net/atropo/poesa-latina-2-bachillerato

www.slideshare.net/aleaiacta/poesa-lrica-1502426

literaturalatinaygriega.blogspot.com/

 

Webquest para 2º4ª del Estrada

30.08.2011 23:19

webquest.carm.es/majwq/wq/ver/16803

Los juicios de Kant

22.08.2011 20:02

LOS JUICIOS EN KANT. UNIVERSALIDAD Y NECESIDAD, CARACTERÍSTICAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

Un juicio es un enunciado o proposición que relaciona dos conceptos, predicado y sujeto, de tal modo que uno de ellos (el predicado) se atribuye a o expresa una propiedad del otro (sujeto). Los juicios expresan conocimiento en diferentes grados. Son producto del trabajo de la Razón y pueden ser verdaderos o falsos. La Crítica de la Razón Pura es en gran medida la respuesta a la pregunta: cómo son posibles los juicios que expresan conocimiento científico. Dicho de otro modo: qué condiciones deben cumplir los juicios verdaderos para que podamos afirmar legítimamente que lo son.

Kant clasifica los juicios según dos criterios que resultan sumamente lógicos, y, además, que se complementan de modo que uno de ellos suple las carencias del otro.

Dado que un juicio es un enunciado que atribuye un predicado a un sujeto, el primer criterio de clasificación será este: la relación del predicado con el sujeto.

  1. Según la relación del predicado con el sujeto

Si para clasificar los juicios empleamos como criterio la relación de atribución o predicación, esto es, la relación que guarda el predicado con el sujeto, obtenemos los dos tipos siguientes: juicios analíticos y juicios sintéticos.

  • Juicios analíticos. Son aquellos en los que el predicado está contenido en el sujeto, es decir, aquellos en los cuales el predicado no aporta nueva información con respecto a la expresada en el sujeto. Por ejemplo: “Todos los solteros son no-casados” o “Todos los cuerpos son extensos”. Los juicios analíticos son, técnicamente hablando, tautologías, es decir, enunciados que son verdaderos en todos los casos, por la sencilla razón de que su verdad viene dada por definición (o por su forma o estructura). Si bien los juicios analíticos son esenciales en cualquier ciencia en sus momentos iniciales (toda ciencia comienza por las definiciones de sus términos primitivos; p. ej. en matemáticas definimos un punto como “lo que no tiene partes”; en lógica partimos de axiomas tales como “A es igual a A” o “si A es igual a B, entonces B es igual a A”), es cierto que sólo con juicios analíticos no podemos hacer avanzar nuestro conocimiento de la realidad, pues el predicado no amplía el campo de la experiencia. Kant dice que en ellos, a lo sumo, el predicado aclara o explica un poco más al sujeto. Les llama, por tanto, juicios de explicación. Son juicios necesarios (pues todas las ciencias los contienen) pero en absoluto suficientes para aumentar el conocimiento científico del mundo.
  • Juicios sintéticos. Son aquellos en los que el predicado aporta nueva información respecto a la expresada por el sujeto. En ellos existe una ampliación real del campo de la experiencia, y por tanto, del conocimiento. Por ejemplo: “Todos los cuerpos son pesados” o “El agua hierve a 100º”.  Juicios sintéticos son los que hacemos los seres humanos la mayor parte del tiempo, puesto que son relativos a nuestra experiencia cotidiana del mundo. Los juicios sintéticos hacen posible el avance del conocimiento. Kant los llama juicios de ampliación.

Sería un ideal de conocimiento aquel que combinara la verdad absoluta de los juicios analíticos con la ampliación de conocimiento propia de los sintéticos. Pero ambos tipos de juicios son excluyentes entre sí. Y por tanto, esta clasificación le resulta a Kant insuficiente para determinar aquellas características que hacen del conocimiento un fenómeno universal y necesario, pues no supera el callejón sin salida en que, a su parecer, encallan el racionalismo (incapaz de ampliar a través de la experiencia el contenido de un concepto) y el empirismo (incapaz de explicar el paso desde la mera generalización empírica derivada de la experiencia particular, la costumbre o el hábito a la verdad científica). Por ello, Kant propone, para combinarla con la anterior, una nueva clasificación de los juicios.

 

  1. Según la relación con la experiencia

Si para clasificar los juicios empleamos como criterio la relación con la experiencia, obtenemos los dos tipos siguientes: juicios a priori y juicios a posteriori.

  • Juicios a priori. Son aquellos que no tienen su fundamento en la experiencia, pues son anteriores e independientes de ella, sino en la razón pura. Son universales y necesarios. Por ejemplo "El todo es mayor que las partes que lo componen" o “Todo cambio tiene su causa”. Los juicios analíticos, explicados antes, son todos a priori, puesto que la idea de un juicio analítico a posteriori es en sí misma una contradicción.
  • Juicios a posteriori. Son aquellos que dependen de la experiencia y, por tanto, se verifican recurriendo a ella; son juicios empíricos, se refieren a hechos. Son particulares y contingentes. Ejemplos: "Todos los cuervos son negros", "Mis alumnos son los mejores del instituto". Según el empirismo, todos los juicios habrían de ser de este tipo. Por lo tanto, aunque expresen una generalidad inductiva, los juicios a posteriori, por sí solos, nunca podrían fundamentar una idea de verdad universal.

         Hay que tener claras las nociones “particularidad” y “contingencia” y sus opuestas,  “universalidad” y “necesidad”.

Que un juicio sea particular y contingente quiere decir que es posible que haya algún “S” (sujeto) que no posea la propiedad “P” (predicado), o sea, que es pensable que haya excepciones y que aún en el caso de que los “S” existentes actualmente la posean, es pensable que otros “S” del futuro no la posean, pues el vínculo entre “S” y “P” ha sido así hasta ahora, pero puede no ser así siempre (por ejemplo “El mar es azul” o “Todos los cuervos son negros”). El conocimiento contingente, como se ha dicho, es propio del empirismo de Hume. No expresa una universalidad estricta, sino sólo una generalización inductiva (o universalidad comparativa, como la llama Kant).

Frente al conocimiento contingente, Kant propone su enfoque trascendental del conocimiento, según el cual un juicio científico, para ser tal,  debe expresar las condiciones sine qua non de universalidad y necesidad:

  • un juicio "S es P" es universal si la nota o característica "P" (predicado) se encuentra en todos y cada uno de los individuos que caen bajo el concepto "S" (sujeto), esto es, si no tiene excepciones en el espacio ni en el tiempo,  ni puede tenerlas.
  • un juicio “S es P” es necesario si no puede ser pensado de otro modo, esto es, si no es posible pertenecer a la clase “S” sin poseer la propiedad “P”.

Obviamente, la necesidad y la universalidad se implican mutuamente. En palabras de Kant: “Necesidad y estricta universalidad son los rasgos característicos del conocimiento a priori, y se pertenecen recíprocamente de manera indisoluble”. El conocimiento científico, según Kant, es el único que posee estas características, y tiene su expresión en los juicios sintéticos a priori, fruto privilegiado de la combinación de las dos clasificaciones precedentes.

Al combinar los dos criterios de clasificación de los juicios establecidos por Kant el resultado es que existen cuatro combinaciones posibles:

  • Juicios analíticos a posteriori. No existen. Son lógicamente imposibles.
  • Juicios analíticos a priori. O simplemente analíticos. Todos los juicios analíticos han de ser a priori, pues lo contrario sería una contradicción. Si un juicio analítico lo es en virtud de su forma o estructura (relación S-P) y no de la experiencia, es lógico que sea siempre independiente y anterior a la experiencia. Por tanto, ha de ser a priori.
  • Juicios sintéticos a posteriori. Son los juicios empíricos que dependen de la experiencia para verificarse. Son a posteriori porque debe darse la experiencia antes de que pueda calificarlos como verdaderos o falsos. Son la mayor parte de los juicios que hacemos los seres humanos todo el tiempo, y aquellos en los que centra Hume su crítica a la idea de verdad absoluta.
  • Juicios sintéticos a priori. Por ser a priori no tienen su fundamento en la experiencia (aunque sí su origen) y son universales y necesarios. Por ser sintéticos, son extensivos o de ampliación, nos dan información nueva. Según Kant, estos juicios no son posibles en la metafísica, pero sí en matemáticas y en la parte racional (teórica) de la física. El propio Kant pone los siguientes ejemplos: “4 + 3 = 7”, “La línea recta es la distancia más corta entre dos puntos”, “La cantidad de materia del universo se mantiene invariable” o “A toda fuerza o acción le corresponde siempre una fuerza o reacción de magnitud igual y de sentido contrario”. Los juicios sintéticos a priori son, según Kant, los únicos que expresan conocimiento científico, y constituyen su mayor aportación a la epistemología después de Descartes y Hume. Son la esencia de su filosofía trascendental.

Podemos ejemplificar los requisitos de universalidad y necesidad que Kant impone al conocimiento científico analizando una ley, por ejemplo, la tercera ley de Newton: “A toda fuerza o acción le corresponde siempre otra fuerza igual y en sentido contrario, llamada reacción”.
Según Kant, este juicio es universal porque no existen ni pueden (por la manera en que ha sido construido) existir excepciones a él, ya que siempre que consideramos una fuerza (o magnitud) lo hacemos en relación con aquello que se le opone (pues de otro modo no podríamos cuantificar esa magnitud). Es decir, si digo: “Ahora estoy ejerciendo una fuerza de 10 Kg.”  lo que quiero decir es que 10 Kg. representa exactamente la medida de la fuerza que se opone a mi acción (o sea, de la reacción), y es justamente por esta fuerza de resistencia por lo que sé que estoy ejerciendo una acción.
Por su parte, el juicio es necesario porque no puedo pensar el concepto de fuerza de acción si no es precisamente como oposición a su reacción (¿podría una fuerza de 0 Kg. ser considerada como una fuerza?). Dicho de otro modo, si prescindo del concepto de reacción, el propio concepto de acción desaparece al no poder ser cuantificado de ninguna manera.

La síntesis kantiana

05.07.2011 22:10

El criticismo kantiano supone un intento de conciliación y superación de ambas posturas, el racionalismo y el empirismo: aunque todo conocimiento ha de povenir de la experiencia, sin embargo no todo conocimiento se agota en ella, ya que si no, no obtendríamos nunca certezas con carácter universal y necesario.
Los usos teórico y prácticos de la razón
Kant compartió los presupuestos que caracterizaron al movimiento ilustrado. Es la razón la instancia suprema y la ausencia de racionalidad la responsable de todos los males del pasado, de nuestra minoría de edad. Ello implica la idea de un progreso de la humanidad que se hace posible gracias la autocrítica de la propia razón. Ésta, desde sí misma, ha de responder las siguientes preguntas:
¿Qué puedo conocer?
¿Qué debo hacer?
¿Qué me cabe esperar?
Estas preguntas, que sintetizan la labor de toda filosofía en la pregunta ¿Qué es el hombre?, responden a distintos usos de la razón.
En su uso teórico, la razón se dirige a aquello que puede conocer, ya sea científica como metafísicamente. El uso teórico de la razón responde a la primera pregunta ¿Qué podemos conocer?
Se trata de determinar la estructura de todo conocimiento en general, fundamentalmente del conocimiento científico.
En su uso práctico la razón ha de determinar los principios que rigen nuestros comportamientos y todas aquellas acciones en las que intervenga la libertad. Este uso responde la segunda pregunta ¿qué debo hacer?
La razón humana, en sus distintos usos, se estudia desde una perspectiva trascendental o crítica. Es decir, interesan las condiciones de posibilidad de todo conocimiento, así como el establecimiento de sus propios límites. El desarrollo del método trascendental se encuentra en las tres críticas kantianas: Crítica de la razón pura, Crítica de la razón pura práctica y Crítica del juicio.
La Estética trascendental intenta responder a la pregunta sobre la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en las matemáticas. Para ello Kant analiza la sensibilidad
desde un punto de vista trascendental.
Kant considera que, aunque el contenido de la realidad de nuestros conocimientos ha de provenir de la experiencia, sin embargo, la universalidad y necesidad de ella habrá de provenir del cognoscente mismo, de la razón, que es igual para todos los hombres.
Aquí se produce lo que Kant mismo consideró el giro copernicano de su filosofía.
En la filosofía anterior (Aristóteles, Tomás de Aquino, Descartes...) la mente humana se comportaba pasivamente, era una tabula rasa que se determinaba y llenaba de contenidos, adquiriendo la forma ( se in-formaba) de los objetos que conocía.
Kant invertirá los papeles: a partir de ahora es la mente, el cognoscente humano el que determina activamente la realidad que ha de ser conocida.
A lo que es dado y que se presenta indeterminado de suyo kant lo denomina la materia del conocimiento.
A lo que pone el sujeto en el acto de conocer, y que no corresponde a lo dado en sí, lo llama Kant la forma del conocimiento. Esta forma es un principio a priori del propio cognoscente.
El cognoscente es un sujeto activo que introduce su propia estructura en la realidad.
Pues bien, la sensibilidad es una facultad receptiva puesto que puede ser afectada por un dato empírico. Nuestra mete lo primero que hace es recibir impresiones o sensaciones que nos son dadas (materia) del exterior. A través de una intuición empírica nos relacionamos inmediatmete con lo dado en sí , con los "objetos" a través de los sentidos.
Sin embargo, el dato empírico se caracteriza por ser diverso, caótico y por estar desprovisto de necesidad y universalidad. Se trata de un dato contingente, particular y empírico.
Pero la sensibilidad no se agota en esto. El sujeto recibe estos datos ordenados y unificados bajo una coordenada espacio-temporal. El espacio y el tiempo son las formas puras a priori de la sensibilidad.
El sujeto humano no puede conocer ningún dato empírico que no esté previamente subsumido bajo la forma de espacio y tiempo.
A la cosa en sí, lo dado, lo denominó Kant noúmeno. Kant no negó su existencia, pero admitió la imposibilidad de conocerlo. Nuestro conocimiento versa sobre fenómenos, esto es, los objetos tal y como se nos aparecen a nuestra sensibilidad, es decir, lo nouménico sometido a las leyes del propio cognoscente.
La pregunta sobre la posibilidad de los juicios sintéticos a priori en las matemáticas se fundamenta en el espacio y el tiempo como intuiciones a priori de la sensibilidad.
Las matemáticas ordenan en el espacio y el tiempo cuanto hay. La geometría ordena las dimensiones espaciales. Y la aritmética, por su sucesión (el 3 sigue al 2, el 2 al 1, etc.), ordena los acontecimientos en el tiempo. La validez de las matemáticas es universal y necesaria y aplicable a la experiencia.

 Otra información adicional para completar:

www.luventicus.org/articulos/02A036/kant.html

grupos.emagister.com/ficheros/dspflashview?idFichero=14547

 

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